El movimiento ciudadano “Canarias tiene un límite” ha convocado una nueva manifestación para el próximo 20 de octubre, coincidiendo con el Día Internacional del Turismo, con el propósito de denunciar el modelo turístico y urbanístico que consideran depredador e insostenible en el archipiélago canario. Esta protesta, que tendrá lugar en Corralejo, Fuerteventura, busca movilizar a la ciudadanía para reclamar un cambio radical en la gestión del desarrollo turístico de las islas en defensa de un modelo más sostenible y justo para el archipiélago.
Han pasado cinco meses desde la histórica manifestación del 20 de abril, considerada como una de las más multitudinarias en la historia reciente de Canarias. Sin embargo, los integrantes del movimiento denuncian que las demandas de la ciudadanía han sido ignoradas por las instituciones y los partidos políticos. Según ellos, lejos de frenar los proyectos urbanísticos y turísticos que ponen en peligro el medio ambiente y la estructura social del archipiélago, las autoridades han continuado impulsando un modelo que fomenta la construcción desmedida de hoteles, campos de golf y nuevas infraestructuras, con consecuencias devastadoras para los ecosistemas insulares.
A través de un comunicado, “Canarias tiene un límite” denuncia la falta de voluntad política para detener proyectos controvertidos que afectan el entorno natural de las islas. Entre los ejemplos más preocupantes, mencionan la central de Girasoria, el hotel en la playa de La Tejita, y otros megaproyectos que, según el movimiento, están plagados de irregularidades y representan una seria amenaza para la biodiversidad y los recursos naturales. “La eterna huida hacia adelante: más carreteras, más hoteles, más turistas, más destrucción de ecosistemas, más trabajo precario y más pobreza”, se lee en el comunicado, reflejando la indignación de la ciudadanía ante un modelo que consideran agotado e insostenible.
Durante estos meses, las protestas no han cesado. Manifestaciones como la del 30 de mayo en Las Palmas de Gran Canaria y la del 10 de agosto en el Puertito de Adeje han dejado claro que la preocupación por el futuro del archipiélago va en aumento. Además, diversas acciones llevadas a cabo por colectivos y ciudadanos anónimos en defensa de las playas y espacios naturales han logrado mantener viva la llama de la reivindicación. En este sentido, el proceso participativo “Canarias pa’lante” ha sido otro de los hitos destacados en esta lucha, logrando involucrar a 75 colectivos y más de 1.000 personas en todo el archipiélago, en un esfuerzo por confrontar lo que califican como un “paripé institucional” por parte del Gobierno de Canarias.
Los manifestantes han logrado llamar la atención internacional sobre las prácticas que consideran corruptas y la falta de sostenibilidad del actual modelo económico en las islas. Para el movimiento, la manifestación del 20 de abril fue un punto de inflexión que puso en el centro del debate la necesidad de replantear el modelo turístico, priorizando la protección del territorio y el bienestar de la población local frente a los intereses económicos de unos pocos.
La convocatoria del 20 de octubre se presenta como una nueva oportunidad para expresar el descontento ciudadano y la voluntad de luchar por un futuro sostenible para el archipiélago. La protesta partirá a las 12 del mediodía desde la Avenida de Nuestra Señora del Carmen número 41, en Corralejo, y se espera que congregue a personas de todas las islas, unidas por un mismo objetivo: proteger el patrimonio natural y cultural de Canarias.
“Cada nuevo proyecto, cada campo de golf, cada hotel y cada ataque a la naturaleza hará que seamos más quienes luchamos y transformaremos el dolor que nos produce en el poderoso combustible que nos impulse a seguir luchando”, aseguran en su comunicado, dejando claro que la lucha no cesará mientras el modelo actual siga amenazando el equilibrio ambiental y social del archipiélago.
En su llamado final, el movimiento “Canarias tiene un límite” reitera que la ciudadanía canaria no se resigna y que está dispuesta a seguir luchando por un modelo que priorice la protección del entorno natural y el bienestar de las personas por encima de los intereses económicos. “La lucha de hoy será la historia de mañana”, concluyen.