Las puertas del Albergue de Tefía se abren cada lunes, a las 8:00h, para acoger a cerca de 70 niños y niñas que acuden cada semana al campamento que promueve la Federación Insular de Madres y Padres de Alumnos de Fuerteventura.
Llevan sus mochilas preparadas, las gorras, las botellas de agua y no faltan las sábanas limpias ni la linterna.
La mayoría se queda a dormir hasta el viernes para disfrutar al máximo de una experiencia completa. La primera semana se dedicó a los animales y se incluyó una excursión al Oasis WildLife y estos días, los pequeños y sus monitores trabajan las profesiones.
Por ello, han recibido la visita de agentes de la Policía Local y a lo largo de este miércoles conocerán cómo funcionan los drones que maneja la Guardia Civil. Para mañana, visita a Acua Water Park, según anunciaron la presidenta de FIMAPA, Grimi González, y el monitor Diego Ros (Yeye), en una entrevista en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular.
Las instalaciones del Albergue se han completado con varias carpas instaladas para combatir el calor y ofrecer entornos de sombra, al aire libre, acordes con estos tiempos en los que el Covid sigue haciendo de las suyas y es preciso evitar al máximo los contagios.
En un concienzudo programa, elaborado por el equipo de FIMAPA, se han promovido espacios para la lectura, el dibujo, la fotografía, un taller de radio y, también, clases de inglés.
La alimentación, de catering, es equilibrada y saludable, recalcaron tanto González como Yeye, contentos por la calidad y la buena aceptación entre los comensales.
Así, durante el día se suceden las risas, el juego y una actividad frenética que también envuelve a los monitores. Echan mano de su esencia infantil, reconocen, para volver a ser niños y disfrutar cada instante.
Cuando toca el momento de contactar con las familias, muchos están tan entretenidos que no quieren ver interrumpido su quehacer y no muestran ningún interés en llamar. Algo que no llevan demasiado bien los progenitores, advierten Grimi y Yeye, “son peores los padres que los niños”, recalcan divertidos.
Con la noche, llegan las confidencias entre los más mayores, las risas y los nervios por verse entre literas de los medianos mientras que algunos de los pequeños hacen frente a sus miedos y a la falta de los padres.
Valientes que con solo tres años, echan mano de sus muñecos y se dejan aconsejar por compañeros de más edad para cerrar los ojos y dejarse vencer, tranquilos, por el sueño. Es una de las muchas dinámicas que se promueven en este campamento, explican los entrevistados, donde el compañerismo es uno de los principales valores.
Esta madrugada, incluso, han recibido también la visita del Ratoncito Pérez, presto a hacerse con el diente caído de unos de los participantes y queriendo estar presente en este campamento que finaliza este mes.
Cuenta con la colaboración de varias empresas y de la Consejería de Juventud y Educación que dirige María Saavedra que subvenciona, en un 50%, el precio para hacerlo más asequible a las familias.
Desde Fimapa se anuncia que se llevará a cabo, también en agosto, otro campamento pero será en el CEO de Antigua y sin pernocta. La idea es seguir ayudando a las familias a que puedan conciliar, concluyó González.