Blas Acosta se retracta de sus declaraciones sobre la Justicia:
“Debo de comenzar esta carta abierta pidiendo públicamente perdón por mis inaceptables declaraciones sobre el funcionamiento de la justicia. Unas declaraciones que se convierten en absolutamente intolerables en mi caso, por mi condición de cargo público.
Mi petición de disculpas es sincera, clara y sin ambages y debo reconocer de manera pública que me he equivocado pues también públicamente cometí el error por el que ahora me disculpo.
Confío en la Justicia. Confío tanto en la Justicia que estoy convencido de que, a pesar de las filtraciones, al final, los procedimientos judiciales a los que me veo sometido quedarán en nada después de demasiados años de instrucción.
En ese sentido, reconozco que la extremada duración de los procedimientos a los que me veo sometido ha podido influir en mi estado anímico. Una dura situación a la que se añade la presión política derivada de los acontecimientos vividos durante estos días en el Cabildo de Fuerteventura. Ambos elementos se han sumado contribuyendo a provocar, que no disculpar, mis irreflexivas declaraciones.
Finalizo esta carta abierta reiterando de manera rotunda mis disculpas a la ciudadanía y a la propia judicatura. Al tiempo, me comprometo de manera expresa a no volver a entrar en este tipo de declaraciones que perturban el debate público y la percepción de las propias instituciones, en este caso la Justicia, de manera totalmente inaceptable.”