El Secretario General del PSOE afirma que la situación actual roza la negligencia convirtiendo a los responsables en parte el problema del agua de Fuerteventura, incapacitándoles para ofrecerse como solución
“¿Tan difícil es arrendar o alquilar de urgencia dos desaladoras portátiles como las que se instalaron en La Palma durante la erupción volcánica? pregunta Blas Acosta, Secretario General del PSOE de Fuerteventura, y sigue diciendo “no es de recibo lo que están padeciendo muchas familias en distintos núcleos de Fuerteventura, los pequeños comerciantes, los agricultores y ganaderos. En el siglo en el que vivimos y con los medios de los que dispone el Cabildo y el CAAF esta situación es una irresponsabilidad que debería tener consecuencias muy serias para los gestores públicos y a quienes han dejado que se llegara hasta aquí”.
El también candidato a la presidencia del Cabildo, Blas Acosta, ha afirmado con rotundidad que “hace un mes ofrecimos una solución a corto plazo para el problema del agua en Fuerteventura, sin embargo estamos peor que entonces. Nadie nos ha hecho caso y la incompetencia y la falta de gestión de quienes están al frente del Cabildo y del CAAF está llegando a unos extremos que solo se arregla ya con dimisiones”.
“Las facturas siguen llegando pero el servicio de abastecimiento no cumple. A esto se le llama negligencia”, subraya Blas Acosta, y sigue explicando: “soy muy consciente de los problemas de obsolescencia de la red y de todo lo que hay que hacer. Precisamente para eso, y en medio de una pandemia aprobamos los socialistas, cuando gobernamos en el Cabildo, un plan de inversiones y un plan de emergencia hídrica que permitiera acelerar los plazos de adjudicación de obras y adquisición de infraestructuras”.
Los mismos que nos criticaban entonces cuando adoptábamos decisiones, y me refiero a CC, PP y AMF, son los que no han hecho nada en estos dos años desde que me sustituyeron al frente del Cabildo, excepto sacarse muchas fotos, y lo digo con amargura porque esperaba que al menos hubieran aprovechado lo que se les dejó hecho: planificación, presupuesto y una situación que les permitía trabajar. Pero había que gestionar, precisamente lo que no saben hacer. Y no será porque desde la oposición no les hemos recordado una y mil veces lo que había que hacer y cómo”.
“La gestión de un bien tan esencial como el agua potable en Fuerteventura no puede estar en manos de cualquiera y a la vista está que quienes están y han estado al frente no han sabido hacerlo bien”, ha concluido Blas Acosta, exigiendo que “cuando se llega este nivel de incapacidad e inoperancia lo mejor que puede hacer el gestor público incompetente e apartarse, dimitir y dejar que alguien ocupe su puesto”.
Así mismo Blas Acosta ha indicado que “si soy presidente este problema no llega a julio de este año. Antes habrá una solución provisional y antes de Navidad estaremos desarrollando obras para mejorar la desolación y la red”.