El pleno del pasado 19 de diciembre en Puerto del Rosario no solo dejó titulares por la aprobación de los Presupuestos 2025, sino también por una evidente «fractura interna» en Fuerteventura Avanza. El concejal Javier Montserrat, uno de los cuatro ediles de la formación liderada por Peña Armas, rompió la disciplina de voto al respaldar las cuentas del grupo de gobierno, generando desconcierto entre sus compañeros de partido y un visible malestar en las filas de la oposición.
La votación que desató el desconcierto
Fuerteventura Avanza, que hasta días antes había arremetido públicamente contra los presupuestos municipales calificándolos de “plagados de otros gastos” y de representar “un año perdido para Puerto del Rosario”, vio cómo uno de sus miembros votaba a favor de las cuentas. Según este medio ha podido confirmar, Montserrat cree que los presupuestos eran “mejores que los de años anteriores” y representaban una oportunidad para el municipio.
El desconcierto no se limitó a los tres concejales restantes de la formación, Peña Armas, Ana Rodríguez y Alexis Cabello, sino que también se percibió entre los miembros del grupo de gobierno, quienes no necesitaban ese voto extra para la aprobación de las cuentas. El vídeo del pleno, ampliamente compartido en redes sociales, muestra las caras de incredulidad de todos los presentes mientras Montserrat daba su respaldo al documento.
¿Un acto aislado o síntoma de una crisis más profunda?
Fuentes cercanas aseguran que lo ocurrido no responde a ningún acuerdo con el grupo de gobierno y que la decisión de Montserrat tomó por sorpresa a «casi todos». Desde dentro del partido se habla de un creciente malestar interno y de tensiones que habrían venido acumulándose desde hace meses.
Este episodio se suma a la polémica salida de Sonia Álamo, exmiembro del partido, quien dejó Fuerteventura Avanza en medio de acusaciones de falta de democracia interna y enfrentamientos con Peña Armas. Álamo calificó su salida como “el resultado de un ambiente insoportable de presiones internas”, declaraciones que parecen encontrar eco en la decisión de Montserrat de votar en contra de las directrices de su formación.
Mociones aprobadas, pero eclipsadas
A pesar del revuelo, el pleno no fue del todo desfavorable para Fuerteventura Avanza. Dos de sus mociones clave fueron aprobadas: la mejora del acceso al Hospital General desde Tamogán y Los Pozos, y la creación de una mesa de seguimiento para agilizar el cambio jurídico de la parcela destinada al Centro de Salud de El Matorral.
Sin embargo, estos logros han quedado ensombrecidos por la controversia en torno a Montserrat, quien ha preferido no ahondar en las diferencias con su formación, limitándose a defender su voto como “un acto de coherencia personal” al considerar, según hemos podido confirmar, que los presupuestos “son buenos para Puerto del Rosario”.
Una formación que se resquebraja
El episodio pone en entredicho la cohesión de Fuerteventura Avanza, un partido que nació con la promesa de ofrecer una política cercana y renovadora en Puerto del Rosario, pero que ahora enfrenta una crisis de liderazgo y unidad. Las tensiones internas, sumadas a la salida de Sonia Álamo y el aislamiento progresivo de Peña Armas como líder, han dejado una imagen de fragilidad en la formación.
Fuentes internas, cercanas a este medio, han descrito un ambiente de presión y falta de confianza en la dirección del partido. “Peña Armas está perdiendo el control del grupo, y el clima interno está cada vez más tenso”, señalan personas cercanas a la formación. Estos conflictos no solo afectan la percepción pública del partido, sino también su capacidad de actuación en el Ayuntamiento.
El desafío de Peña Armas: avanzar o estancarse
Con cuatro concejales en Puerto del Rosario, Fuerteventura Avanza necesita mantener una cohesión interna para ser una oposición efectiva. No obstante, los recientes episodios de desacuerdo y división ponen en riesgo su papel político en el municipio. Peña Armas enfrenta ahora el desafío de reestructurar su liderazgo y recuperar la confianza de su grupo, en un momento donde la unidad parece más frágil que nunca.
Mientras tanto, el gesto de Montserrat, lejos de ser solo un acto individual, parece reflejar una grieta más profunda en un partido que, a pesar de su nombre, parece avanzar hacia la división más que hacia el consenso. ¿Será este el principio de un declive o el punto de inflexión que necesita Fuerteventura Avanza para reestructurarse y retomar su rumbo? El tiempo, y las decisiones de su líder, lo dirán.