- Vítores y aplausos para despedir al párroco que se traslada a Gran Canaria tras ocho años oficiando en Antigua.
- Aunque soy pequeñito y tengo poquita voz, quiero decirles pueblo de Antigua, que me han robado el corazón, se despedía así el sacerdote José Luis Cabrera Gil, tras compartir ocho años con los parroquianos y parroquianas de este municipio.
El alcalde de Antigua sorprendía al párroco D. José Luis Cabrera Gil, al término de la celebración del Pregón este jueves noche, con la proyección de un vídeo recordando las misas, procesiones, reuniones, actos, oficios, o conversaciones con sus parroquianos en las que el sacerdote ha participado cada día en sus ocho años en este Municipio.
Especialmente en los duros años de pandemia, conocí la voluntad y forma de ser del párroco de Antigua, creando una alianza de prudencia y responsabilidad ante el Covid, más que pesase a quien pesase, y entablando en esos años, una firme amistad que agradezco como un regalo, afirmaba el regidor Matías Peña.
Recibía de manos del alcalde una placa en Reconocimiento y Agradecimiento en la que se podía leer: Gracias te damos, por ser compañero de camino en buenos y difíciles años, siempre con precaución y cercanía, dedicando el mejor consejo, el más sincero, el más sereno.
Sin dudarlo, el párroco se acerco a los micros y dirigiéndose a los numerosos parroquianos presentes en la plaza, agradeció la sorpresa y versó: Aunque soy pequeñito y tengo poquita voz, quiero decirles pueblo de Antigua, que me han robado el corazón, despidiéndose así el sacerdote José Luis Cabrera Gil, tras compartir ocho años con quienes eran sus vecinos, vecinas y amigos.
Pequeñito sí, poquita voz, no del todo pero tiene un corazón que no le cabe en el pecho.
Nunca olvidaré tu compañía en los momentos más difíciles y penosos de mi vida.
Una exfeligresa.