La ex consejera de Ordenación del Territorio atribuye su cese a intereses personales del presidente relacionados con el PIOF y otros temas urbanísticos
El pasado 11 de marzo de 2021, el consejero Sergio Lloret resultó elegido presidente del Cabildo, tras el apoyo recibido de Coalición Canaria, Partido Popular, Asambleas Municipales de Fuerteventura, y el propio Lloret. El nuevo Gobierno de la isla aseguraba que cogía las riendas para dar estabilidad y ofrecer transparencia. Aunque la sorpresa saltaba a los medios de comunicación el pasado 15 de abril, fecha en la que AMF rompía relaciones con Sandra Domínguez y al día siguiente era destituida por el presidente de sus cargos como consejera. Escasamente un mes duró la armonía en el seno del Grupo de Gobierno.
Pero lo preocupante del asunto lo encontramos en las declaraciones de Sandra Domínguez al ser destituida, pues atribuye su cese no a cuestiones políticas, sino a intereses personales de Sergio Lloret relacionados con el Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOF) y otros temas urbanísticos. Para el consejero de Nueva Canarias, Alejandro Jorge, estas acusaciones muy graves, “estamos hablando de un asunto del que no se debe mantener el silencio, las declaraciones de Sandra Domínguez son tan graves, que se necesita con urgencia que se aclare toda esta situación, es de lo más preocupante que he escuchado decir de un presidente en mucho tiempo. El Cabildo no está para más asuntos que nada tienen que ver con los problemas de la isla, solo ha transcurrido un mes y tenemos la primera destitución de una consejera, tras la cual se ha generado una polémica que debe resolverse cuanto antes. Espero que con urgencia el presidente dé las explicaciones oportunas por el bien de Fuerteventura”.
Jorge considera que por transparencia, todos los partidos deben pronunciarse, “esto no es un asunto menor, estamos hablando de algo muy serio, por eso es imprescindible que se ofrezcan cuantas explicaciones sean necesarias. Lamentablemente el Cabildo vuelve a ser noticia por cuestiones desagradables, que perjudican la imagen de una institución que siempre ha gozado de estabilidad política”.