El inicio de las Fiestas en Honor a Nuestra Señora de La Peña 2025 estuvo marcado por un pregón que se vivió como un auténtico regalo histórico y emocional para la isla. La historiadora majorera Inma de Armas, con una trayectoria que la vincula desde hace décadas a la recuperación de la memoria y la identidad de Fuerteventura, pronunció un discurso que combinó rigor, sensibilidad y cercanía, dejando a los presentes la sensación de haber asistido a una lección de historia viva y profundamente humana.
El agua, símbolo de vida y de lucha en un territorio marcado por la aridez, fue el hilo conductor del relato. Desde los primeros sistemas de almacenamiento y distribución hasta la llegada de la desalación en 1970, De Armas construyó un relato que no solo repasó los hitos materiales y sociales de la isla, sino que evocó la fortaleza colectiva de un pueblo acostumbrado a sobrevivir en condiciones adversas.
“Contamos con siglos de conciencia y experiencia para que no se desperdicie ni una gota, y para hacer respetar la cultura del agua como hecho intrínsecamente ligado a nuestras vidas”, afirmó con emoción la pregonera, despertando aplausos entre un público que reconocía en esas palabras un reflejo de su propia historia.
Una historia contada desde lo cercano
Inma de Armas hilvanó un recorrido que atravesó etapas esenciales: la convivencia de normandos, naturales y berberiscos en los primeros siglos, un “crisol de lenguas y culturas” del que surgieron topónimos todavía presentes en la isla; la llegada de los castellanos y la configuración del paisaje agrícola con gavias, vegas, norias y aljibes; y la economía cerealista que sustentó durante generaciones la vida insular, no sin dificultades marcadas por plagas, sequías y hambrunas.
Consciente de la dureza de esos tiempos, recordó la creación de instituciones como el Pósito, diseñadas para ayudar en los “años malos”, y evocó la emigración como respuesta a la miseria, sin olvidar las rogativas, procesiones y la fe en la Virgen como sostén espiritual en los periodos de mayor escasez.
“Sin agua no vivimos, entonces yo lo necesito”, subrayó citando testimonios orales recogidos en la isla, reflejando la íntima relación entre el majorero y la naturaleza, entre la esperanza y la realidad cotidiana.
El salto a la modernidad
El relato avanzó hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando la llegada de la desalación cambió radicalmente el horizonte de Fuerteventura. La primera planta potabilizadora pública de 1970 supuso un antes y un después, al garantizar el abastecimiento y abrir la puerta a nuevas oportunidades de desarrollo. De Armas enlazó este hito con la recuperación actual de paisajes del agua y la apuesta por cultivos como la vid y el olivo, símbolos de una isla que se reinventa sin renunciar a sus raíces.
La pregonera dibujó con palabras un paisaje de contrastes: los ocres y pardos de la tierra, el esmeralda de los cultivos y el azul añil del mar. Una isla austera, pero también generosa, que sabe recompensar el esfuerzo de quienes la habitan.
Orgullo y memoria colectiva
Citó al escritor Ángel Ganivet para recordar que la historia no es una acumulación de datos, sino la interpretación de los hechos en diálogo con el espíritu de un pueblo. “Lo esencial de la historia es el ligamen de los hechos, con el espíritu del país donde han tenido lugar. Solo, a este precio, se puede escribir la historia verdadera, lógica y útil”, dijo, reivindicando la importancia de una memoria que guíe al presente y sirva de raíz para el futuro.
El pregón concluyó con una felicitación a la Vega de Río Palmas, epicentro espiritual y emocional de estas fiestas, que cada septiembre reúne a miles de peregrinos de todos los rincones de la isla. “La fiesta que une a toda la isla”, proclamó De Armas, subrayando el carácter integrador y comunitario de La Peña.
Una voz con autoridad moral y cultural
El peso de las palabras de Inma de Armas no solo radica en su conocimiento, sino en su trayectoria. Catalogadora del Archivo Histórico Insular, responsable del Servicio de Cultura del Cabildo durante más de dos décadas e impulsora de proyectos como la Casa Museo Miguel de Unamuno, ha sido siempre una defensora de la memoria colectiva y la identidad majorera. Su pregón fue, en muchos sentidos, la culminación de una vida dedicada a poner en valor lo que hace única a Fuerteventura.
Una ovación compartida
El acto, que contó con la presencia de autoridades insulares y municipales, diputados, representantes civiles, militares y eclesiásticos, estuvo acompañado de un espectáculo musical de Folk Canarias y de un público que desbordó la plaza. La ovación final confirmó que este pregón no fue solo un discurso, sino una experiencia compartida que conectó a Fuerteventura con su pasado, su presente y su futuro.
Magnífico pregón. Enhorabuena 👏👏👏
El inicio de las Fiestas en Honor a Nuestra Señora de La Peña 2025 en Fuerteventura contó con un emotivo e histórico pregón a cargo de la historiadora majorera Inma de Armas, que resaltó la importancia del agua en la vida y la lucha de la isla. Su discurso, que recorrió la historia de la isla desde la llegada de los normandos hasta la desalación del agua en 1970, fue recibido con gran emotividad y aplausos por el público asistente.
¡Muchísimas felicidades a Inma de Armas por su fabuloso recorrido a través de la historia del agua! 👏🏻 Su trabajo no solo ilumina la importancia de este recurso vital en Fuerteventura, sino que también resalta la ingeniosidad y resiliencia de nuestro pueblo a lo largo del tiempo. Gracias, Inma, por compartir tu conocimiento y pasión con todos nosotros. 🌊✨ #HistoriaDelAgua #InmaDeArmas #Cultura majorera
Felicidades Inma…