El viceconsejero de Turismo del Gobierno de Canarias, José Manuel Sanabria, exigió este miércoles al Estado una mayor sensibilidad en las políticas de conectividad y tasas aéreas que afectan directamente a la movilidad de los residentes y al desarrollo económico del archipiélago. La declaración llega tras el anuncio de Ryanair de reducir su operativa en las islas, con el cierre de su base en Tenerife Norte y la cancelación de treinta y seis rutas con diferentes ciudades españolas.
La medida de la aerolínea supondría la eliminación de alrededor de 400.000 plazas aéreas (200.000 de ida y 200.000 de vuelta), lo que, según el Ejecutivo autonómico, afectará de manera significativa al turismo y a la vida cotidiana de los canarios. Sanabria recordó que “somos una región ultraperiférica y Aena debe tener una mayor sensibilidad en las políticas de conectividad que pueden afectar a la economía y también a la calidad de vida de los residentes en Canarias”.
El viceconsejero insistió en que las decisiones que se adopten en el ámbito de la conectividad deben considerar la condición insular del archipiélago. En este sentido, reclamó al Ministerio de Turismo que garantice el cumplimiento del Régimen Económico y Fiscal (REF) y defendió que Canarias debe incorporarse al Consejo de Administración de Aena, “teniendo en cuenta la importancia que el transporte aéreo tiene para el archipiélago canario y su dependencia de la conectividad”.
Asimismo, Sanabria subrayó que el impacto final de la decisión de Ryanair aún está por determinar. “Se desconoce todavía el número exacto de las rutas que pueden verse afectadas, puesto que muchas no tienen que desaparecer, mientras permanezcan las bases de Tenerife Sur y Lanzarote”, matizó.
El Gobierno de Canarias considera que la movilidad aérea no es solo un factor clave para el turismo, sino también un elemento esencial en la vida de los residentes, que dependen de los aeropuertos para desplazarse entre islas y hacia la península. De ahí la insistencia del Ejecutivo en que las autoridades estatales refuercen las garantías de conectividad y moderen las tasas que inciden directamente en los precios de los billetes.




