Las familias canarias se enfrentan a una vuelta al cole marcada por el incremento de los gastos escolares y la necesidad de buscar alternativas para aliviar la economía doméstica. El coste medio por alumno en España se estima este año en 422,05 euros, según el comparador financiero Banqmi, lo que supone un aumento del 1,59 % respecto al curso anterior.
Raquel, madre de dos niños de 8 y 13 años, calcula que gastará unos 175 euros por hijo, pese a las medidas de ahorro que aplicará: “Intento reutilizar material del año pasado y de la hija mayor, y evitar comprar productos de marcas específicas, aunque los centros lo pidan”, explica. Sin embargo, señala que lo más caro siguen siendo los libros de texto. Pese a las iniciativas de préstamo, muchas familias quedan fuera por criterios de renta o por la falta de ejemplares suficientes.
Francisca, madre de tres hijos, dos de ellos mellizos de 15 años, describe una situación aún más difícil: “La vuelta al cole me supone un gasto de entre 400 y 500 euros como mínimo por hijo. Los gastos escolares han subido al igual que todo el coste de vida, así que procuro reutilizar lo que ya hay en casa y comprar lo estrictamente necesario”. En su caso, el instituto sustituyó los libros por tabletas digitales, pero reconoce que no siempre hay suficientes dispositivos y la entrega puede retrasarse hasta mes y medio, lo que deja a los estudiantes sin material durante semanas.
El esfuerzo económico es generalizado. Un 77 % de las familias españolas reconoce que la vuelta a las aulas supone un gran sacrificio, según un estudio de Milanuncios, que también revela que Canarias encabeza la búsqueda de libros de segunda mano en el país. En julio, la demanda en el Archipiélago aumentó un 223 % respecto al mes anterior, situándose solo por detrás de Galicia en crecimiento.
Marian Álvarez, presidenta de la Federación Insular de AMPAS Galdós, confirma que la venta de segunda mano se ha convertido en una herramienta clave: “Ahora hay familias que pueden recuperar parte de la inversión que hicieron en los libros de sus hijos el curso anterior, gracias a las redes sociales”. Añade que, aunque existen ayudas públicas, los límites de renta son muy bajos y las subvenciones no cubren la totalidad de los materiales.
Este fenómeno también impacta en las librerías. Cristina Sánchez, responsable de una de las principales de Gran Canaria, explica que la demanda de libros nuevos ha caído: “Es el tercer año que se utilizan los mismos libros, y con la subida de precios de hasta un 10 %, las familias optan por la segunda mano”.
En este contexto, la reutilización de materiales, el intercambio en redes sociales y la compra de segunda mano se consolidan como las estrategias más frecuentes para que las familias canarias puedan afrontar la inminente vuelta a las aulas.




