El Gobierno de Canarias ha anunciado la inminente publicación de una orden que declara de utilidad pública la lucha contra la filoxera de la vid (Daktulosphaira vitifoliae), tras el brote detectado en Tenerife a finales de julio. La medida, que refuerza las actuaciones ya en marcha, busca contener la propagación de este insecto nocivo que amenaza a uno de los cultivos más emblemáticos del Archipiélago.
El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, Narvay Quintero, explicó este miércoles que el documento contempla la prohibición por tiempo indefinido del movimiento de uva fresca y material vegetal de vid, tanto entre islas como entre las distintas zonas vitivinícolas de Tenerife. Asimismo, se delimitarán áreas de 500 metros alrededor de las plantas afectadas y un perímetro adicional de un kilómetro para intensificar las prospecciones.
Hasta la fecha se han realizado 697 inspecciones, de las que 667 resultaron negativas y 30 positivas, la mayoría en terrenos abandonados. Solo dos plantas infestadas se localizaron en una finca en producción. Los focos se concentran en municipios del norte de Tenerife, principalmente en La Laguna, Tacoronte y La Matanza.
Quintero recalcó que se trata de un “documento dinámico” que se irá adaptando en función de la evolución del brote. “La situación requiere medidas ágiles y coordinadas; la colaboración entre administraciones y con los consejos reguladores es esencial”, señaló. El Ejecutivo regional mantiene contactos con el Ministerio de Agricultura para reforzar controles en frontera, prohibir la entrada de uva procedente de zonas afectadas y obtener apoyo económico para los trabajos de prospección, destrucción y tratamiento.
El consejero insular de Sector Primario, Valentín González, insistió en que desde el primer caso se ha actuado con “máxima transparencia, rigor técnico y consenso con todo el sector”. La orden será de obligado cumplimiento para todos los viticultores, independientemente de que pertenezcan o no a una Denominación de Origen.
Las medidas incluyen la colocación de mallas antihierba, la destrucción supervisada de material vegetal infestado y la prohibición de nuevas plantaciones en las zonas afectadas durante al menos 12 meses. Hasta ahora, cuatro focos ya han sido eliminados y once están en tratamiento.
La filoxera, que hasta julio no había sido detectada nunca en Canarias, afecta a hojas y raíces de la vid, debilitando la planta hasta provocar su muerte en un plazo de entre dos y cinco años. El Archipiélago había logrado mantenerse libre de este organismo desde 1987 gracias a la estricta normativa que prohibía la importación de material vegetal de vid, una barrera que ahora se refuerza con medidas de control más severas.




