El Ayuntamiento de La Oliva ha puesto en marcha trabajos de conservación preventiva en la ermita de La Capellanía, edificio del siglo XVI declarado Bien de Interés Cultural, tras el incendio provocado que el pasado 7 de agosto causó graves daños en su estructura y elementos decorativos.
El fuego afectó principalmente a la puerta de la fachada y al dintel, elaborado en cantería blanca tallada, cuyo grabado quedó parcialmente destruido. La puerta de madera resultó carbonizada y se han registrado pérdidas de material en la cantería, lo que ha provocado la desaparición de parte de su ornamentación. Según la restauradora de bienes culturales y especialista en arqueología, Cristina Ojeda, también se han visto afectados el techo de madera y la estructura general, aunque la madera de tea ha resistido estructuralmente gracias a su capacidad para soportar altas temperaturas, presentando únicamente ennegrecimiento y exudaciones de resina.
Desde la Concejalía de Patrimonio Histórico, que dirige David Hernández, se encargó una valoración inicial de daños y se ejecutaron medidas urgentes como la recogida, documentación y fotografía de los fragmentos desprendidos, así como el apuntalamiento de las zonas afectadas para prevenir nuevos desprendimientos a corto plazo. Asimismo, se estudia reforzar la vigilancia, incluyendo la posible instalación de cámaras de seguridad para evitar actos vandálicos.
El próximo paso será la realización de un diagnóstico más detallado mediante técnicas de análisis que permitan determinar la naturaleza de la piedra y el estado de la madera, con el fin de elaborar una propuesta de intervención que garantice la conservación de la ermita.
La Capellanía, propiedad del Ayuntamiento de La Oliva, cuenta con dos habitaciones conectadas, techo a cuatro aguas y cubiertas mudéjares. Su artesonado, de madera de tea con estructura de par e hilera y tirantes en esquinas y centro, forma parte del valor patrimonial que el consistorio busca preservar.




