El Cabildo de Fuerteventura ha comenzado las obras de la primera fase de rehabilitación de la Casa del Inglés, una de las edificaciones históricas más relevantes de la isla. La intervención, impulsada desde la Consejería de Patrimonio Cultural que dirige Rayco León, contempla una inversión inicial cercana a los 650.000 euros y se centrará en la estabilización estructural de la cubierta y la fachada, como paso previo a su recuperación integral.
Según explicó la presidenta del Cabildo, Lola García, estas obras marcan el inicio de un proyecto más amplio que busca devolver el valor patrimonial y el uso público a este inmueble declarado Bien de Interés Cultural (BIC). “La Casa del Inglés es una joya arquitectónica del norte de la isla que merece ser protegida y puesta en valor. Su rehabilitación es una prioridad en la defensa de nuestro patrimonio histórico”, señaló.
El consejero Rayco León subrayó que “esta primera fase es fundamental para asegurar la estabilidad del edificio y allanar el camino hacia futuras intervenciones”. Además de las actuaciones sobre la estructura, se llevará a cabo un estudio técnico que analizará el estado actual de los materiales y elementos constructivos originales.
Durante la visita al inicio de las obras, estuvieron presentes el alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, y el concejal de Cultura, David Hernández, quienes agradecieron el compromiso del Cabildo con el patrimonio insular y destacaron la importancia de recuperar un edificio emblemático del conjunto histórico de La Oliva.
Un edificio con historia
La Casa del Inglés es una construcción de doble altura y planta cuadrangular organizada en torno a un gran patio interior. Levantada con muros de mampostería reforzados con sillares de cantería en las esquinas, constituye uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura tradicional del municipio.
Fue construida por Julián Leal Sicilia, miembro de una familia procedente de La Palma dedicada al comercio y la agricultura, y posteriormente adquirida por John Parkinson, naturalista inglés que residió largas temporadas en Fuerteventura investigando la flora y fauna de la isla. Su huella es tan relevante que la casa aún se conoce popularmente como la Casa del Inglés.




