El Cabildo de Fuerteventura celebró este martes, 29 de julio, el acto de bienvenida a los ocho niños y niñas saharauis que pasarán el verano en la isla gracias al programa Vacaciones en Paz. Esta iniciativa solidaria permite a menores procedentes de los campamentos de refugiados en Tinduf (Argelia), donde las temperaturas pueden superar los 50 grados, disfrutar de unas vacaciones en un entorno más favorable y enriquecedor.
El acto tuvo lugar en el Salón de Plenos de la institución insular y contó con la presencia de la presidenta del Cabildo, Lola García, el consejero de Acción Social, Víctor Alonso, así como otros consejeros del grupo de gobierno y la oposición. También asistieron representantes de la comunidad saharaui en Fuerteventura, como su presidente, Ahmed Hasenna; el delegado del Frente Polisario, Mohamed Ali Larbi; y Juan Valentín Cabrera, de la asociación Sahara Fuerte.
Durante su intervención, Lola García agradeció a la comunidad saharaui “por seguir contando con nosotros en una iniciativa que no sólo se solidariza con estos niños y niñas, sino que visibiliza además los derechos de los menores y la lucha del pueblo saharaui durante tantos años”.
Tanto García como Alonso coincidieron en destacar “este acto simbólico que es muy importante para nosotros”, y trasladaron su reconocimiento a las familias de acogida y a las entidades implicadas por mantener viva una propuesta que “visibiliza los derechos de los niños y niñas, así como la lucha del pueblo saharaui”, en palabras de la presidenta.
Durante su estancia en Fuerteventura, los menores participan en actividades culturales y recreativas, incluyendo visitas a lugares de interés, jornadas de convivencia y espacios lúdicos, con el objetivo de fomentar su desarrollo personal y bienestar emocional.
El programa Vacaciones en Paz lleva más de veinte años desarrollándose en Canarias, promovido por la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui y las delegaciones saharauis del archipiélago. Cada año, esta iniciativa ofrece a cientos de niños y niñas la oportunidad de vivir un verano distinto, lejos de las duras condiciones del desierto, mientras se estrechan lazos de solidaridad entre los pueblos.




