Fuerteventura vuelve a ocupar un lugar destacado en el panorama cinematográfico internacional con el estreno de “La Lucha”, la nueva película de José Alayón, seleccionada para la sección New Directors del Festival de San Sebastián. El largometraje, rodado íntegramente en la isla majorera, se adentra en el mundo de la lucha canaria, el deporte tradicional del archipiélago que por primera vez protagoniza una obra de ficción.
La historia se centra en la relación entre un padre, Miguel, y su hija Mariana, quienes tratan de sobreponerse a la pérdida de la madre. En medio del duelo, encuentran en la lucha canaria su refugio y una forma de reconstruirse. Sin embargo, el deterioro físico de Miguel y la rebeldía de Mariana los enfrentan a nuevos desafíos justo cuando se acerca la final del campeonato. La película se rodó en 16 mm con un enfoque íntimo y sensible, protagonizada por actores no profesionales ligados al deporte, entre ellos la joven Yazmina Estupiñán y el veterano luchador Tomasín Padrón.
“La Lucha es un homenaje a uno de los pocos espacios de resistencia identitaria del archipiélago. Es una expresión de fuerza pero también de bondad, de competición y de amistad”, expresó el director, José Alayón, que ha trabajado con figuras como Mauro Herce, Emma Tusell o Silvia Navarro en el apartado técnico. La guionista y productora ejecutiva es Marina Alberti, nieta de Rafael Alberti y María Teresa León, quien coescribe junto a Samuel M. Delgado.

El rodaje, apoyado por la Federación de Lucha de Fuerteventura y los ayuntamientos de Puerto del Rosario, Tuineje, Pájara y Antigua, contó con la colaboración activa de numerosos clubes y colectivos de lucha de la isla. También participaron la Fuerteventura Film Commission, el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tenerife y la TV Canaria, entre otras entidades.
Con una fuerte carga simbólica y emocional, “La Lucha” propone una mirada poética sobre la identidad canaria a través de su deporte vernáculo. El estreno en el prestigioso certamen donostiarra marca un hito para el cine canario y sitúa nuevamente a Fuerteventura como un territorio clave para la producción audiovisual.




