Pozo Negro inauguró sus fiestas en Honor a San Juan con un pregón que supo a mar, tradición y memoria colectiva. El encargado de abrir oficialmente los festejos fue D. Jacinto Pérez Pérez, conocido cariñosamente como “El Rubio”, aunque hoy luzca su pelo cano.
Como dicta la costumbre, el alcalde, Matías Peña García, dio la bienvenida a todos los vecinos y vecinas, invitándolos a disfrutar de unas celebraciones que vuelven a reunir a la comunidad en torno a su playa, su historia y sus costumbres. En el escenario, llamó a D. Jacinto para que relatara su vida ligada al mar: una biografía tejida entre redes, faenas, pescaíllas y afectos familiares que son, al mismo tiempo, la historia viva de este pequeño enclave costero.

Tranquilo y elegante con camisa nueva y pantalón de pinza, el pregonero hilvanó sus recuerdos ante un público familiar y entregado que, protegido bajo la carpa, respondió con risas, aplausos y comentarios cómplices. El acto contó con la presentación de Jose Francisco Montesdeoca, que, micrófono en mano, animó la conversación con preguntas y guiños, mientras los asistentes confirmaban o completaban anécdotas de Jacinto.
El emotivo momento culminó con la entrega de una placa conmemorativa a Jacinto y su esposa, de manos del alcalde y del concejal de Festejos, Pedro M. Armas Martín.
Tras el pregón, la noche continuó entre sardinas asadas, papas y mojo, compartidos en comunidad. Bajo la música del DJ y el murmullo del mar cercano, vecinos y visitantes prolongaron la velada en las terrazas de los chiringuitos, celebrando un inicio de fiestas que promete mantener vivo el espíritu marinero y acogedor de Pozo Negro.





