La realidad se impone sobre las promesas políticas: la bonificación al combustible en las islas no capitalinas, que entró en vigor el 1 de febrero de 2025, no ha logrado frenar la escalada de precios en Fuerteventura. A pesar de los 5 céntimos por litro de descuento aplicados, la isla sigue pagando hasta un 8,8% más por la Gasolina 95 en comparación con la media del archipiélago, según los datos oficiales del Instituto Canario de Estadística (ISTAC). El Gasóleo A habitual tampoco se salva, con precios significativamente más altos que en Gran Canaria y Tenerife.
Los datos no dejan lugar a dudas: en la semana 6 de 2025, el precio medio de la Gasolina 95 en Canarias se situó en 1,233 euros/litro, mientras que en Fuerteventura escaló hasta los 1,333 euros/litro, un 8,1% más caro. En el caso del Gasóleo A, la historia se repite, con precios en Fuerteventura de 1,333 euros/litro, cuando en Gran Canaria apenas alcanzó los 1,198 euros/litro, según el informe de precios medios del ISTAC.
Una bonificación que no llega al bolsillo del consumidor
El Gobierno de Canarias justificó la medida asegurando que la diferencia de precios entre islas se debía a los sobrecostes del transporte y la menor competencia en las estaciones de servicio de las islas no capitalinas. Con la bonificación, se pretendía reducir el diferencial para que los conductores de Fuerteventura, La Gomera y El Hierro no siguieran pagando precios más elevados. Pero la realidad es que, en menos de un mes, el supuesto alivio ha sido devorado por el mercado.
El 8,1% de diferencia que separaba a Fuerteventura del precio medio del archipiélago a inicios de febrero no solo se ha mantenido, sino que ha aumentado hasta el 8,8% en las últimas semanas, según el ISTAC. Es decir, la gasolina en la isla es cada vez más cara, y la bonificación no ha servido más que de espejismo para maquillar un mercado donde el precio sigue subiendo sin control.
Los consumidores se preguntan: ¿dónde está realmente la bonificación? Desde el sector del transporte y la distribución aseguran que el descuento «se ha diluido en la estructura de precios», dejando a los conductores en la misma situación de siempre: pagando más que en el resto de Canarias, pero ahora con el agravante de que se les vendió la idea de que el Gobierno lo solucionaría.
Comparativa entre islas: ¿quién gana con esta bonificación?
Si se miran los datos de otras islas, queda claro que Fuerteventura sigue en el vagón de los perjudicados. Mientras que en Gran Canaria la gasolina 95 se vende a 1,198 €/litro y en Tenerife a 1,229 €/litro, los majoreros siguen pagando por encima del 1,330 €/litro, según el ISTAC. La situación es todavía más sangrante si se compara con Lanzarote, donde el precio medio está en 1,220 €/litro, pese a compartir cercanía y condiciones de abastecimiento similares con Fuerteventura.
El argumento del Gobierno de que las islas pequeñas tienen un problema estructural de precios se sostiene en parte al ver los precios en El Hierro y La Gomera, donde la gasolina 95 se vende a 1,553 €/litro y 1,456 €/litro respectivamente. No obstante, estas islas reciben bonificaciones de hasta 30 céntimos por litro, mucho más que los 5 céntimos aplicados en Fuerteventura.
Pero aquí surge una pregunta clave: ¿por qué, si el Gobierno reconoce que Fuerteventura tiene sobrecostes, recibe la misma bonificación que Lanzarote, cuando sus precios son claramente más altos?
El resultado es claro: la brecha entre el coste del combustible en Fuerteventura y en las islas capitalinas no solo persiste, sino que ha empeorado. ¿Era esto previsible? Los datos dicen que sí. ¿Se ha hecho algo para corregirlo? Los precios muestran que no.
El sector del transporte, en pie de guerra
El encarecimiento del combustible no solo afecta a los conductores particulares. Transportistas, taxistas y empresas de distribución están en una situación crítica, con costes que siguen disparándose mientras la demanda de sus servicios no deja margen para trasladar el aumento de precios al consumidor final.
Desde el sector, advierten que el Gobierno «no ha establecido mecanismos de control sobre la aplicación del descuento», lo que ha permitido que los precios se ajusten al alza hasta absorber por completo la ayuda. «Nos han vendido una bonificación que en la práctica no ha servido para nada», denuncian transportistas, que aseguran que la única forma de que la medida tenga impacto real es con una regulación efectiva del mercado.
Mientras tanto, en Fuerteventura la gasolina y el gasóleo siguen su escalada sin freno. En lugar de corregir la desigualdad, la bonificación ha servido para que los precios sigan subiendo con una justificación política de por medio.
Un descuento que no es tal
La bonificación de 5 céntimos por litro en Fuerteventura no ha logrado reducir los precios del combustible en la isla. A pesar de la medida, la gasolina 95 es un 8,8% más cara que la media de Canarias, y la tendencia no muestra signos de cambio.
Los datos oficiales del ISTAC reflejan que la bonificación ha sido una herramienta ineficaz que ha permitido que el precio siga aumentando sin control. Mientras en otras islas los precios se han estabilizado o incluso reducido, en Fuerteventura se ha consolidado la subida, dejando a los consumidores con la sensación de que el supuesto descuento ha sido solo una excusa para seguir pagando más.
El problema persiste, la diferencia de precios sigue ampliándose y los majoreros continúan en el mismo punto de siempre: pagando más por el combustible, pero esta vez con la amarga sensación de que se les prometió una solución que nunca llegó.