Fuerteventura ha cambiado profundamente en las últimas dos décadas. Desde el año 2000, cuando la isla contaba con 60.124 habitantes, su población se ha disparado hasta los 127.043 en 2024, casi duplicándose con un incremento del 111,3%. Este crecimiento ha transformado tanto las dinámicas sociales como económicas de la isla, con municipios como Tuineje, La Oliva y Antigua siendo protagonistas de esta evolución.
Puerto del Rosario:
En el año 2000, Puerto del Rosario tenía 23.866 habitantes. Hoy, con 44.638 vecinos, es el municipio más poblado de la isla, habiendo crecido un 87%. Este dinamismo refleja su papel como centro administrativo y económico, con mejoras en infraestructuras, servicios y un mercado laboral en expansión que sigue atrayendo a nuevos residentes.
Tuineje:
Tuineje destaca como el municipio con el mayor incremento reciente. Entre 2023 y 2024, su población creció un 3,05%, llegando a 16.454 habitantes. Comparado con los 10.007 residentes que tenía en el 2000, su población ha aumentado un 64,4%. Este crecimiento está vinculado a su expansión residencial y su atractivo como lugar tranquilo para vivir.
La Oliva:
Conocido por sus paisajes y su turismo, La Oliva tenía 13.161 habitantes en 2000. Hoy cuenta con 29.693, lo que supone un crecimiento del 125,7%. Aunque en el último año el aumento ha sido del 2,04%, este municipio sigue siendo uno de los favoritos para quienes buscan calidad de vida cerca de Corralejo y El Cotillo.
Antigua:
En 2000, Antigua tenía apenas 6.224 habitantes. En 2024, la población se ha más que duplicado, alcanzando los 13.832, con un aumento total del 122%. Este crecimiento refleja su transformación de un municipio rural a uno con atractivos turísticos como Caleta de Fuste, que atraen tanto a visitantes como a nuevos residentes.
Pájara:
Pájara ha pasado de 11.391 habitantes en 2000 a 21.614 en 2024, registrando un crecimiento del 89,7%. Aunque en el último año su aumento ha sido más moderado (+1,61%), el municipio sigue siendo un importante polo turístico con playas como Sotavento y Cofete.
Betancuria:
El municipio más pequeño de Fuerteventura, Betancuria, tenía 685 habitantes en el 2000 y ahora cuenta con 812, un incremento del 18,5%. Aunque el crecimiento ha sido más limitado, su importancia histórica y su tranquilidad siguen siendo sus grandes atractivos.
El lado oscuro del crecimiento
Este notable incremento poblacional ha traído consigo retos significativos. La vivienda, por ejemplo, se ha convertido en un problema crítico. Los alquileres vacacionales han reducido drásticamente la oferta para los residentes locales, elevando los precios a niveles inalcanzables. En municipios turísticos como Corralejo, encontrar una vivienda a menos de 1.000 euros al mes es casi imposible. Esto ha llevado a la isla a declararse en emergencia habitacional, con demandas urgentes para limitar el impacto del turismo en el mercado de alquiler.
El suministro de agua es otro problema grave. Los cortes frecuentes y la escasez de agua afectan tanto a residentes como a sectores clave como la agricultura. Aunque se han tomado medidas como la declaración de emergencia hídrica, los avances han sido lentos, dejando a muchas familias y negocios en una situación precaria.
Fuerteventura: ¿un futuro sostenible?
A pesar de estos desafíos, Fuerteventura sigue siendo una isla de oportunidades. El crecimiento de la población refleja su atractivo y su dinamismo, pero también deja claro que es necesario un cambio en la forma en que se gestionan los recursos. Mejorar las políticas de vivienda, invertir en infraestructuras y garantizar un suministro de agua estable son prioridades para garantizar que el desarrollo de la isla sea realmente sostenible.
